Eric Calcagno
La palabra perro no ladra
Actualizado: 12 ene 2020

Cuando la palabra perro no ladra hay un problema. Si definimos al animal como can, las cosas son, sólo porque las podemos nombrar. ¿Qué pasa entonces con la palabra "política"?
Esta no es una preocupación reciente. Es una idea que recorre la filosofía desde Antístenes, (siglo IV antes de Cristo), hasta Louis Althusser, (siglo XX), pasando por el filósofo Benito Espinoza (siglo XVII).

Antístenes, Espinoza y Althusser: tres potencias te saludan.
Del mismo modo podríamos decir que la palabra “círculo” no tiene ni circunferencia ni centro; ni la palabra “auto” tiene ruedas, ni funciona a nafta. Usamos determinados sonidos en cierto orden para describir una cosa, con la complicación que son otros sonidos en otro orden los que describen la misma cosa, en otro idioma.
De este modo, todos los días nos enfrentamos a un mundo donde las cosas son porque las podemos nombrar, y aún así existe un margen de indefinición que sólo puede ser ocupado por la poesía (en general del campo de las pasiones, vaya a usted a explicar el amor con palabras).

Magritte: esto no es una pipa.
Esta situación nos remite al campo de la lingüística, de la semiología y de la filosofía. Pero sin duda nos lanza de lleno al tema del poder. Hablar es, desde el vamos un ejercicio político: de hecho el poder legislativo se llama Parlamento. Donde se habla.
A su vez, los grandes medios pueden ejercer su preponderancia, que llamamos hegemonía, a través de sus poderoso aparato de producción, distribución y consumo de contenidos, al tiempo que no es menos importante la elección de las palabras que describen una situación, como de los registros audiovisuales que la muestran o la esconden.
“La crisis causó dos nuevas muertes” tituló Clarín sobre el asesinato de Kosteki y Santillán. Hoy, en esta convulsionada América Latina, la descalificación del adversario permite su represión, que será llamada como “mantener el orden”, “asegurar la propiedad” u otras cosas.

Chile: esto no es una represión.
Del mismo modo, y ya más en casa, sepamos que la palabra “justicia” no es justa,ni produce justicia per se, sino que remite al ejercicio de una determinada virtud. El concepto no pude existir sin la acción. Cuando el concepto es claro y la acción es pertinente es cuando podemos hablar de sentido.

17 de Octubre: claridad conceptual, acción pertinente.
Si el concepto es confuso y la acción es errada, entonces estamos frente a la falta de sentido. Podríamos hasta llegar a creer que la palabra “perro” puede ladrar. Caemos así en el esencialismo: los pobres son vagos, porque si no fueran vagos no serían pobres.
Para terminar, señalemos que la palabra “peronismo” sólo produce peronismo en su dimensión poética. El peronismo se ejerce, y con la conciencia que existen tantos peronismos como peronistas, en la historia, ahora y en el futuro. Conducir esas diferencias es lo que potencia el movimiento. Considerar que existe (existió o existirá) un solo peronismo nos convertirá en otra cosa, en una diferente expresión política, sin duda válida, pero poco tendrá de peronista.
Y como el peronismo se ejerce, parece fundamental no equivocar los conceptos ni errar en
las acciones a las puertas de una nueva etapa, donde todo es urgencia.

El peronismo se ejerce.