A pleno sol: el talentoso monsieur Stérin
- En Tiempo Argentino
- 19 jul
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Esa economía de plataformas que junta regalos con regaladores es otra forma de explotación digital.

La primera versión cinematográfica del libro escrito por Patricia Highsmith en 1955 fue dirigida por Réné Clement en 1960 con Alain Delon, Maurice Ronet y Marie Laforet. Se llamó A pleno sol, y cuenta la historia de una persona que toma el lugar de otra. Quizás sea mas conocida la versión de Anthony Minghella de 1999, con Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow, llamada como la obra original: El talentoso Mr. Ripley.
Como sea, nos volvemos a encontrar con la confusión criminal entre representante y representado, mensaje y resultado, en un juego de dobles que nos lleva a la Francia de los senderos que se bifurcan.
Esta vez hablamos de Pierre Edouard Stérin, el multimillonario francés nacido en 1974, que debe entregar el mensaje de extrema derecha que permita regenerar el país. Pero en el transcurso de los hechos, resulta que el talentoso Monsieur Stérin amenaza con quedarse con todo. Porque le gusta. Y a pleno sol. Desde 2003, leemos que Smartbox es líder mundial en “experiencias de regalo”. Con sólo 5000 euros de inversión inicial, Stérin alcanza ingresos de 423 millones de euros en 2023, con más de 700 empleados en once países, con 34.000 establecimientos asociados y 17.000 puntos de venta. Smartbox es una empresa que regala vida, mientras usted pueda pagarla. Va desde desayunos, objetos o incluso saltos en paracaídas desde un avión (aunque prevea un plus por el paracaídas, nunca se sabe). La inteligente caja de Stérin es para cada cual quedar bien con los demás, y sobre todo con Stérin, claro. Esa economía de plataformas que junta regalos con regaladores es otra forma de explotación digital, que estalló con la pandemia, y Stérin supo aprovechar el momento. Regalados.
Otium existe desde 2009 y tiene un valor de 1,6 miles de millones de euros. Es un fondo de inversión que actúa en sectores industriales, ocio, inmobiliarias, salud privada, consumo y tecnología. “Si usted es muy ambicioso, contáctenos”, nos dice Stérin, que se autodiagnosticó como autista. El talentoso también es fundador de La Noche del bien común, que más bien parece una película distópica. Es un espectáculo que se desarrolla en teatros –cada vez más importantes– en los que asociaciones civiles suben al escenario y tienen un tiempo para explicar los proyectos, luego de lo cual un martillero escucha las ofertas de los espectadores que ofrecen una determinada cantidad de dinero para financiar la iniciativa que más les gusta. Esta monetización privada de la asistencia a la sociedad civil busca mostrar que el poder público no es necesario, y que la solidaridad debe ser reducida a donaciones privadas. Con más de reality show que de caridad, la Noche del Bien Común es una realidad distópica.
Stérin también preside Pericles, que es un centro de estudios. Con la misma lógica del Bien Común, Pericles se define como una plataforma “liberal-conservadora” que busca financiar proyectos para que “Francia se levante de nuevo”, a través del financiamiento de centros de estudio, comunicación, tecnología y capacitación. Claro, Pericles es un acrónimo de “Patriotas, Enraízados, Resistentes, Identitarios, Cristianos, Liberales, Europeos, Soberanistas”. Vaya contradicciones. Pero usar el nombre de un líder del pueblo griego para promocionar los valores de la “fachosfera” demuestra el reemplazo de los valores democráticos por los dogmas libertarios, cuando la virtud es reemplazada por el vicio. ¿A pleno sol?
Tal es así que la Cámara de Diputados francesa convocó tres veces a Stérin por asuntos de financiamiento electoral ilegal de la extrema derecha, y tres veces faltó a la cita -lo que es un delito- además de insultar a los representantes del pueblo. Por cierto, el proclamado patriotismo de Stérin cuaja mal con el “exilio fiscal” que eligió en Bélgica, cual Galperín de cabotaje. Además financia manifestaciones culturales, que abundan por todo el país, siempre que destaquen identidades blancas y católicas bien de derecha. Compra clubes deportivos, fondea ONG antimusulmanas, crea institutos para futuros cuadros identitarios, como también promueve escuelas de periodismo para que prediquen la próxima cruzada.
Debe ser contra la inmigración, el feminismo, la IVE y todo lo que sea “woke” (?). Stérin no hace política -la desprecia- sino que la compra hecha, pues en la fascinación de reemplazar al representante y al representado cree posible tomar el sendero para reemplazar al Estado por el mercado, a la República por las corporaciones, a la democracia por el fascismo.
De cara al sol . «






